martes, 7 de agosto de 2007

Practicando

Si bien este arte marcial, al igual que las otras, se practica en un dojo bajo la orientación de un maestro o Sensei, en la práctica ésta se convierte en una forma de vida ya que sus principios filosóficos así lo posibilitan.

Un buen resumen del objetivo de la vida en Aikido podría ser, moldear el espíritu a través del ejercicio físico, este hecho se logra teniendo perseverancia en su práctica y autodisciplina en su utilización, ya que las técnicas que en él se aprenden son de mucha peligrosidad, las que mal aprovechadas, lejos de acarrear beneficio, pueden ocasionar mucho daño a la comunidad.


Los principios anatómicos y físicos en que se basan las técnicas se apoyan en puntos vulnerables del organismo, tanto por su extrema susceptibilidad como por su ubicación geométrica que posibilita el desequilibrio y conducción del Ki del contrincante hacia donde nosotros deseemos; lógicamente todo esto requiere que nos mantengamos, al momento de aplicarlo, con la tranquilidad suficiente, similar a la del ojo del ciclón, esto es, con la calma de la acción.

Una practica normal se realiza en aproximadamente 1 hora y media, estando dividida en tres etapas, la primera ejercicios de calentamiento, la segunda aprendizaje de técnicas, y la tercera su aplicación frente al ataque de uno, dos o mas "adversarios" todos en movimiento.

Por su peligrosidad además de sus principios filosóficos, en el Aikido no existe competencia ya que la mayor competencia del practicante o Aikidojin esta dentro de él, tratando de ser mejor que él mismo.

La práctica en el dojo se realiza con un uniforme y se tiene el sistema de cintas de color y grados para señalar su aprendizaje y evolución, no siendo estos indicadores válidos, cualquiera sea su color, si es que no se ha llegado a entender su esencia y se ha adoptado sus principios como forma de vida en búsqueda de la paz.

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